Skip to main content

Desde que asumió su mandato hace casi 18 meses, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha jactado insistentemente de la buena salud que goza la mayor economía mundial: un desempleo históricamente bajo, un crecimiento acelerado y amplio consenso de que la recuperación económica del país está en curso.

Pero su optimismo podría ser errado, al menos desde una perspectiva global. Una serie de economistas e instituciones están viendo señales de que el planeta se encamina a momentos difíciles.

Esta semana, los economistas chilenos Sebastián Edwards y José Luis Daza mencionaron esa posibilidad. El primero delineó la probabilidad de que EEUU caiga en una recesión en los próximos 18 meses y arrastre al resto del planeta, lo que, dijo, complicaría la agenda de reformas del actual gobierno en Chile. “Si viene una recesión mundial y la cosa se complica no van a poder hacer nada”, señaló.

Otras voces internacionales también han encendido las alarmas. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La entidad reportó que sus Indicadores Compuestos Avanzados (CLI, su sigla en inglés), con los que busca predecir puntos de inflexión en el ciclo económico, se ubicaron en 99,8 puntos en junio, por debajo del nivel de 100 que marca la media de largo plazo y una décima menos que en mayo.

“Los CLI apuntan a una pérdida del impulso de crecimiento en Canadá y la eurozona completa, incluyendo a Alemania, Francia e Italia, además del Reino Unido”, manifestó la organización en un comunicado. En tanto, manifestó que mantiene su previsión de “una expansión estable en EEUU y Japón”.

Qué esperar de EEUU

“Estamos en un ambiente de experimentos económicos sin precedentes, donde el gobierno de EEUU está aumentando el déficit con fuerza en un momento de pleno empleo”, señaló en una nota el analista de Commerzbank, Christoph Rieger. “Si el experimento sale mal, estamos hablando de riesgos serios”, sentenció.

Por su parte, el exsecretario del Tesoro, Lawrence Summers, escribió en una columna para Financial Times que “lo que sea que está impulsando a la economía de EEUU parece venir del contexto global (…) El país no estará en posición de responder con fuerza si viene una caída”.